A lo largo de unos 500 kilómetros, en la costa oeste del continente africano, se conjuntan hermosas dunas del desierto y playas con corrientes extremadamente peligrosas.
En este lugar hay restos de cientos de barcos que han naufragado durante siglos en el “Parque Nacional costa de los esqueletos”, en Namibia.
Esto se debe a varios factores, principalmente a la corriente de Benguela, que enfría el aire del desierto de Namibia, produciendo una espesa neblina en el océano Atlántico sur.
Las embarcaciones que tratan de navegar en la zona, se enfrentan a fuertes corrientes marinas, viento, poca visibilidad y bancos de arena difíciles de identificar. Este lugar es una importante reserva natural de reproducción de más de 100 mil focas del Cabo Cross.
En las dunas también hay esqueletos de ballenas que han quedado atrapadas, así como restos de maquinaria y vehículos utilizados por compañías alemanas en la extracción de diamantes. Namibia fue una colonia alemana de 1884 a 1915.