Lo ventilado a la opinión pública por alumnas del Cbtis 236 y 24, debe ser atendido y en forma pronta, por la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial.
Es un tema delicado, que involucra a maestros de las mismas instituciones educativas, que no es de hoy, sino que se ha estado registrando desde hace tiempo a la fecha.
No encontrarle solución a lo denunciado por las alumnas, sentaría las bases para que se salga de control y lejos de poner un freno a esta práctica, se daría paso a una especie de venganza, anunciado por las mismas estudiantes.
Nada de mano tendría que se integre una comisión especial, conformada por padres de familia de los dos Cbtis, que levanten o integren las denuncias de las alumnas y se interpongan ante las instancias que corresponda.
Desde luego que en este proceso, también se conocería el argumento de los posibles involucrados.
Las mismas estudiantes hablan de por lo menos cuatro maestros en el Cbtis 24, aunque la lista podría ser mayor en el 236.
Para darle formalidad al caso, en la misma comisión podría integrarse personal de la Fiscalía General de Justicia en el Estado como también de la Unidad de Atención a Víctimas de la Secretaría de Seguridad Pública.
El acostó, violación, manoseo y demás arbitrariedades contra la mujer, es algo que imperó desafortunadamente este ocho de marzo.
Más allá del empoderamiento, el Día Internacional de la Mujer se caracterizó más por la denuncia de lo que son objeto, ahora en instituciones educativas.
Casos hay muchos y en cada uno de ellos, quienes han escuchado los relatos o las vivencias, se han quedado asombrados, entristecidos, consternados cuando los familiares, son los principales acosadores.
A las alumnas de estas instituciones, no se les debe confrontar, como se hizo en el Cbtis 24 por parte de algunos maestros y mucho menos tratar de eludir el problema intentando motivos para suspender las clases, ante las intenciones de manifestarse las estudiantes.
Por el contrario, a estas alturas ya deberían los directivos de ambos planteles, estar diseñando una estrategia que permita entender la problemática, escuchar las denuncias de las estudiantes, dar la oportunidad de que los maestros se defiendan y en base a ello, se tome una decisión.
Suspender, sancionar, reprobar materias o imponer alguna medida represiva contra quienes participaron en esta serie de manifestaciones, no es la solución.
Hoy fueron mantas, cartulinas y escritos pegados en la pared, en bancas de plazas públicas y en cualquier sitio a la vista.
El día de mañana, ojala y no se esté lamentando la vida de alguien, todo por no escucharlas y dar solución a este tema. En fin.