Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, fecha donde se recuerda la lucha por la igualdad, la participación y el empoderamiento de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad, pero ¿sabes cuál es su historia y qué significa el color morado?
El Día Internacional de la Mujer fue promulgado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1975, aunque, en realidad, se ha conmemorado desde mucho antes.
La historia de esta conmemoración se remonta al 8 de marzo de 1875, en Estados Unidos, cuando cientos de trabajadoras textiles de una fábrica de Nueva York se manifestaron ante la desigualdad salarial, siendo el de ellas bastante menor respecto al de los hombres.
Durante la manifestación, la policía reprimió de manera violenta a las protestantes. Según las Naciones Unidas, 120 trabajadoras fueron asesinadas ese día. Este hecho derivó en la creación del primer sindicato femenino de la historia.
¿Por qué el 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer?
No obstante, fue hasta el 25 de marzo de 1911 cuando se marcaría definitivamente el movimiento femenista, cuando se produjo un trágico incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York, donde murieron 123 mujeres y 23 hombres por no poder salir del edificio.
Las muertes se dieron debido a que los propietarios de la fábrica sellaron las salidas del edificio. Este hecho tuvo mucha repercusión en la legislación laboral americana y en celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer .
En 1913 y 1914, las mujeres rusas celebran por primera vez el Día Internacional de la Mujer a finales de febrero de 1913, como un movimiento en pro de la paz, justo antes de que estallara la Primera Guerra Mundial.
En Europa se celebra por primera vez el 8 de marzo de 1914 el Día Internacional de la Mujer, celebrando mítines en contra de la guerra.
¿Qué significa el color morado en el Día Internacional de la Mujer?
Una teoría apunta a que el color morado fue elegido por las mujeres para representar el movimiento feminista al evocar la mezcla entre el azul y el rosa/rojo, colores con los que se han estereotipado a los niños y a las niñas, respectivamente. De esta forma, el morado significaría “igualdad de género”.
Otros colores asociados al feminismo son el blanco y el verde, colores que utilizó Emmeline Pethick-Lawrence, activista británica que luchó por conseguir el voto para las mujeres entre 1903 y 1917.