La especie de agave tequilana Weber perdió casi por completo su variedad genética debido a la falta de polinización, haciéndola muy susceptible al ataque de plagas o enfermedades que ponen en riesgo la elaboración de la bebida del tequila, coincidieron especialistas.
“El agave tequilana ha perdido más de 99.9 por ciento de su diversidad genética, 270 millones de plantas de agave son clones de cinco o diez individuos nada más. Como son todas iguales, con que una planta se enferme, todas se van a enfermar”, dijo a EFE, Rodrigo Medellín investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Medellín es uno de los organizadores del simposio de la Sociedad Norteamericana de Investigación en Murciélagos (NASBR, por sus siglas en inglés) que concluyó este domingo en Guadalajara, el epicentro de la comercialización del tequila para México y el mundo.
El especialista explicó que los productores de agave, conocidos como ‘agaveros’, adoptaron desde hace décadas un modelo que impide que la planta florezca para que los murciélagos puedan hacer su trabajo de polinización y de esta manera preservar la diversidad genética, un proceso que significa la muerte de la planta y alargar los procesos de crecimiento.
Por el contrario, han apostado a la reproducción asexual de las plantas mediante la cual nacen los llamados ‘hijuelos’, que son clones exactos que emergen cuando el agave está en etapa madura y crecen a su lado sin mayores cuidados, lo que hace que los agaveros tengan mayores unidades de agave disponible en menor tiempo.
Esta práctica es avalada por el Consejo Regulador del Tequila, el cual no ha querido adoptar alguna iniciativa para evitar la pérdida de la diversidad genética, una decisión que pone en riesgo buena parte de los 36 millones de plantas diseminadas en toda la zona de denominación de origen del tequila, afirmó Medellín.
“Me encantaría decir que sí tienen un plan, me acabo de reunir con ellos hace dos meses otra vez y les volví a decir (de la importancia de la polinización) y me volvieron a decir que está maravilloso, pero no ofrecen apoyo”, aseguró.
El costo por kilo de agave pasó de 30 pesos hasta 2 pesos en tres años, una baja relacionada con el incremento en la producción de tequila y de los plantíos de agave en los cinco estados que ostentan la ‘denominación de origen’ del tequila, incluso en zonas en las que antes había sembradíos de maíz o frijol.
Murciélago, el mejor aliado
Marisol Tiburcio, alumna del Instituto de Ecología de la UNAM y quien realiza una investigación acerca de los murciélagos explicó que, aunque las abejas y los colibríes pueden transportar polen, el murciélago es el verdadero aliado del agave por la capacidad de polinización que tiene.
“Cuando llega a alimentarse con su lengua extrae el néctar, pero al mismo tiempo se llena de polen todo su cuerpo y cuando va a visitar otra flor, ese polen llega a la flor y remueve su interior para que se pueda reproducir otra flor y de ahí sacar una semilla nueva, todo esto solo es posible en la noche, algo que otras especies no hacen”, detalló.
Winifred Frick, investigadora de la organización Bat Conservation Internacional, afirmó que los murciélagos interactúan con especies de otras latitudes de México y Estados Unidos y pueden recorrer más de 200 kilómetros en una noche.
Es decir, pueden ir de Jalisco a Sinaloa o a Baja California o a Estados Unidos e intercambiar polen entre las plantas de cualquier latitud, un aspecto positivo que propicia la polinización y la diversidad genética de los agaves, cactus, cardones y otras plantas.
‘Bat Friendly’
Las y los especialistas recomendaron a la industria del tequila y a productores de otro tipo de agaves impulsar iniciativas para favorecer la floración y polinización de al menos 5 por ciento de las plantas que serán cosechadas para evitar que en un futuro puedan perder todas sus cosechas debido a alguna plaga o enfermedad causada por hongo.
Hasta ahora una decena de marcas de tequila en la zona de denominación de origen han adoptado esta práctica y son consideradas ‘Bat friendly’, un distintivo avalado por un grupo de científicas y científicos para garantizar los procesos naturales y la trazabilidad.
“Si ellos se comprometen con el 5 por ciento (del cultivo), nosotros llegamos a poner las redes de monitoreo y a verificar que los murciélagos están visitando”, expresó.
El certificado es otorgado por el Tequila Interchange Project en conjunto con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y los productores pueden agregar una etiqueta que son ‘Bat friendly’ y ahí “ya es el consumidor el que decide” qué tequila elegir, concluyó.
Con información de EFE