‘Erick’ se convirtió en el primer huracán de la temporada de ciclones tropicales 2025 en el Pacífico, con la advertencia de que evolucionará en poco tiempo, a una categoría mayor.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) prevé entre 4 y 6 huracanes mayores en el Pacífico y entre 3 y 4 en el Atlántico.
El término huracán tiene su origen en el nombre que los indios mayas y caribeños daban al dios de las tormentas.
Su formación ocurre cuando un ciclón tropical alcanza o supera los vientos máximos sostenidos de 119 km/h.
Su área nubosa debe cubrir una extensión entre los 500 y 900 km de diámetro, produciendo lluvias intensas.
El centro de los huracanes se conoce como ‘ojo’, que alcanza normalmente un diámetro de entre 24 y 40 km, pero puede llegar a los 100 km.
Los huracanes se clasifican, asimismo, en función de la velocidad máxima de sus vientos, según la escala Saffir-Simpson.
Dicha escala estima los posibles daños materiales que causarán los vientos.
Un huracán mayor se clasifica como tal a partir de la categoría 3.
Se advierte que estos grandes ciclones pueden causar daños devastadores o catastróficos por viento y una pérdida significativa de vidas.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU. señala que un huracán categoría 3 tiene vientos sostenidos de entre 178 y 208 km/h, con lo que puede producir “daños devastadores”.
Entre estos, árboles arrancados de raíz y la interrupción del suministro de electricidad y agua durante varios días o incluso semanas después de que pase la tormenta.
Los huracanes de categoría 4, por su parte, tienen vientos sostenidos de entre 209 y 251 km/h.
Sus daños se clasifican como ‘catastróficos’ al incluir daños graves a estructuras sólidas, principalmente techos y paredes exteriores.
Igualmente, los árboles serán arrancados de raíz y los postes eléctricos caerán, con lo que los cortes de electricidad durarán semanas o meses. Se estima que la mayor parte de la zona impactada quedará inhabitable durante semanas o meses.
La categoría 5 es, hasta ahora, la más alta que puede alcanzar un huracán mayor.
Incluye vientos sostenidos a partir de los 252 km/h, también con daños catastróficos.
Provoca la destrucción de casas con estructura de madera y la caída de árboles y postes eléctricos, con lo que zonas residenciales quedarían aisladas y sin servicio de luz durante semanas o meses, volviéndolas inhabitables.
¿Es posible un huracán de categoría 6?
En febrero de 2024, un grupo de científicos especializados en clima y cambio climático propuso la categoría 6, ante los cada vez más intensos y destructivos huracanes.
Los científicos Michael Wehner y James Kossin plantearon la nueva categoría para los huracanes y tormentas en los que es previsible que se alcancen vientos superiores a los 300 kilómetros por hora.
Los científicos han subrayado que el calentamiento global antropogénico ha aumentado significativamente las temperaturas superficiales del océano y del aire troposférico en regiones donde se forman y propagan los huracanes, ciclones tropicales y tifones, lo que está proporcionando energía térmica adicional que está intensificando las tormentas.
Cuando realizaron un análisis de datos históricos de huracanes desde los años 1980 y 2021, encontraron hasta cinco tormentas que podrían haber sido clasificadas como de categoría 6, y han comprobado que todas ellas ocurrieron en los últimos nueve años de registro.
De surgir la nueva categoría de huracán mayor, dicen los investigadores, se podría concienciar sobre los peligros y riesgo de grandes ciclones por el calentamiento global.
Con información de López-Dóriga Digital y EFE